dic 152010
 

Leyendo este título no esperéis que os explique alguna nueva teoría o algo que he leído sobre la posibilidad de que los efectos de la crisis desaparezcan en el contexto económico en 2011. No va por ahí el tema del editorial.

El tejido empresarial español se halla especialmente afectado por el efecto de la crisis; sin duda este año 2010 lo hemos acabado de constatar. Las políticas que se han emprendido han sido erráticas y en muchas ocasiones no han hecho más que incrementar la incertidumbre y el desconcierto.

Por todo ello, ya hace tiempo que me propongo no esperar a que este contexto cambie, sino empujar con fuerza en esa dirección. El cambio en el tejido empresarial español sólo podrá producirse desde dentro de las empresas (aunque seguiremos esperando políticas que por lo menos no vayan en contra). Para que ello se produzca debemos cambiar muchas mentalidades y ser proactivos, imaginativos e innovadores. Debemos pensar que por desgracia nuestras empresas y las personas que las forman han vivido en un entorno económico diferente y quizás todavía se encuentran un poco desconcertadas y sin reaccionar. No debemos dejar que pasen los días sin emprender acciones que nos permitan alcanzar un mañana mejor.

No esperemos más. Confiemos en nosotros. Debemos cambiar sin miedo. Salir del día a día. Sorprendernos y dejarnos sorprender. Intentar nuevas cosas de forma proactiva. Iniciemos una nueva dinámica entre todos que nos lleve al cambio de ciclo anhelado.

José María Llauger
Gerente de Aicon Consultores de Gestión, S.L.
Editorial – InfoManagement – Diciembre 2010

nov 152010
 

En las empresas, especialmente cuando existen urgencias economicofinancieras se confunden los problemas y las prioridades. Esta confusión dificulta la introducción de medidas que permitan superar los retos. Por lo tanto, lo primero que deberemos hacer es saber identificar claramente los problemas diseccionándolos hasta convertirlos en núcleos que podemos analizar y atacar con medidas concretas y directas. Ante las dificultades económicas en las empresas se suele confundir la rentabilidad y la financiación. Son parte de un mismo puzzle y piezas que debemos hacer encajar, pero no debemos mirarlas como una misma cuestión.

Una empresa debe asegurar que su negocio sea rentable. Para ello debe saber diferenciar lo que son gastos e ingresos propios de la actividad que lleva a cabo de aquellos que no deberían serlo. Es decir, el ejercicio sería identificar una bolsa de gastos que no serían necesarios para el volumen de negocio actual o, mejor, para aquel nivel de objetivo de actividad al que aspiramos. Estos gastos diferenciados conjuntamente con los financieros y servicios bancarios derivados de la financiación y los retornos de capital o deudas pactadas con entidades financieras o terceros no deben condicionar el análisis de nuestra rentabilidad.

Hasta que no coloquemos la pieza de la rentabilidad de nuestra empresa, es decir, nos convenzamos de que podemos ser rentables con un nivel de actividad alcanzable no podremos poner la pieza de la financiación. Si somos rentables deberemos ver de qué forma podemos atacar la reducción o renegociación de gastos no necesarios, los gastos financieros elevados o las devoluciones de deudas no asumibles. Por lo tanto recordad: debemos colocar la pieza de la rentabilidad antes que la de la financiación para conseguir la sostenibilidad de la empresa. Con sólo una de las dos piezas el puzzle queda incompleto.

José María Llauger
Gerente de Aicon Consultores de Gestión, S.L.
Editorial – InfoManagement – Noviembre 2010

oct 202010
 

Nos bombardean desde las instituciones, escuelas de negocio, etc. con las palabras investigación, desarrollo e innovación. Muchas veces el empresario o directivo de la empresa mira hacia un lado y hacia el otro y llega a pensar que ese discurso no va con su empresa; piensa que quizás eso será de aplicación en algunos sectores específicos.

No nos damos cuenta de que la base para poder generar o retener valor está en buscar permanentemente y optimizar la forma en la que gestionamos. Ésa es una oportunidad que está al alcance de cualquier dimensión de empresa y sector. Esos son los cimientos sobre los que se puede construir cualquier tipo de innovación o investigación y desarrollo en proceso, producto, servicio, mercado, etc.

¿A qué me refiero con gestión? Con ello quiero centrarme en los procesos sobre las que las empresas planifican, organizan y controlan sus actividades. De qué sirven las buenas ideas, las buenas intenciones, los recursos invertidos si no somos capaces de optimizar adecuadamente la actividad de la empresa. Y creedme: eso pasa por revisar continuamente cómo planificamos, organizamos y controlamos aquello que realizamos o nos proponemos.

Empecemos por INNOVAR EN GESTIÓN; está al alcance de nuestra mano y los resultados son rápidos.

José María Llauger
Gerente de Aicon Consultores de Gestión, S.L.
Editorial – InfoManagement – Octubre 2010

sep 202010
 

Año dos de la nueva era (aquella que se inició con el cambio de ciclo económico). ¿Qué hemos hecho en nuestras empresas desde entonces? ¿Nos seguimos lamentando y poco más? ¿Hemos tomado decisiones importantes? ¿Qué retos o problemas nos quedan por afrontar?

Después de unos días de vacaciones o de bajada de la actividad en las empresas, que se suelen dar durante los meses de verano, tenemos la oportunidad de hacer revisión del estado de nuestras empresas y plantearnos cuáles deben ser aquellas acciones a realizar en los próximos meses. Si conseguimos disponer de una mente suficientemente despejada de problemas y de las urgencias del día a día será el mejor momento para realizar este ejercicio. Yo siempre trato de realizarlo y aconsejo que se haga dejando debidamente anotadas estas reflexiones para poder revisar durante el año hasta qué punto hemos realizado aquello que nos proponíamos. Otro consejo: ordenemos esas acciones y no dejemos pasar mucho tiempo para poner en marcha aquellas de mayor prioridad, cuando perdamos frescura mental y nos vayamos envolviendo en las urgencias del día a día, más difícil será realizar pasos en estas direcciones tan importantes.

En nuestra actividad hemos notado cómo ciertamente muchas empresas están decidiendo realizar deberes importantes. Procurad que no sea demasiado tarde y adelante. Debemos tomar decisiones aún a riesgo de poder equivocarnos; no tomándolas también podemos equivocarnos.

Por lo tanto, no perdamos el tiempo, ¡MANOS A LA OBRA! Cojamos el toro por los cuernos y afrontemos con decisión e ilusión el que probablemente será el tercer año de esta nueva era.

José María Llauger
Gerente de Aicon Consultores de Gestión, S.L.
Editorial – InfoManagement – Septiembre 2010

jul 202010
 

Hace mucho tiempo, cuando comencé mi trayectoria en el mundo de la gestión empresarial, me encontré con muchos profesionales que se dedicaban a ayudar a las empresas basándose en su imagen, experiencia y alguno que otro en sus dotes de liderazgo. También descubrí a otros pocos que entendían que lo anterior era necesario pero no suficiente. La consultoría debía ser algo más; debía ser desarrollada con una determinada metodología que asegurara que los cambios planificados realmente fuesen ejecutados y se tutelasen para que diesen los resultados esperados. El objetivo era pasar de vender “humo”, donde muchos situaban la consultoría, a hacerla algo tangible, que diera resultados demostrables, a través de una forma de ejecutar los proyectos que permitiera acompañar a la empresa en los cambios y desafíos.

Esta consultoría fue la que me cautivó y la que decidimos llevar a cabo en AICON. Por desgracia, el corazón de la persona que hace muchos años me mostró este tipo de consultoría y que hasta el lunes pasado nos había venido acompañando en AICON, dejó de latir. Más allá del lamento y del consuelo a la familia, sólo nos queda perseverar en nuestros ideales y valores, que son los suyos, para asegurar que seguimos desarrollando nuestro trabajo con profesionalidad y la ilusión que él siempre nos mostraba.

¡¡¡Gracias Pep!!!

José María Llauger
Gerente de Aicon Consultores de Gestión, S.L.
Editorial – InfoManagement – Julio 2010

jun 202010
 

Llevo tiempo introduciendo el concepto del DESAPRENDIZAJE en las charlas que tengo el placer de impartir. Me parece un aspecto clave para afrontar los retos que las personas y las empresas vivimos en estos momentos.

Es imprescindible que nos demos cuenta de que el mundo ha cambiado mucho, que nos habíamos acostumbrado a vivir en un entorno social y económico que probablemente no volverá a ser nunca igual. Habíamos visto cómo determinados trabajos y determinados negocios eran llevados a cabo por gente que venía de fuera de nuestro país, gente que a menudo hacía unos sacrificios por unos sueldos que nosotros ya no éramos capaces de  hacer.

Seguimos viendo cómo surgen empresas en países emergentes que triunfan, en diferentes sectores, a nivel mundial. Nosotros, en cambio, seguimos entre discursos de  compasión y de búsqueda de cuál será el nuevo sector en el que el país se tiene que especializar para salir adelante.

Quizás el problema es el modo que tenemos de plantearnos los retos. Nuestra cultura y  el entorno en el que hemos vivido nos han llevado a tener unas creencias, unos valores y, como consecuencia, adoptar un modo de ver las cosas y comportarnos que quizás ya no valen.

El que, de este país, se adapte mejor a este nuevo mundo será el que sea capaz de  DESAPRENDER más de prisa para valorar las cosas de un modo diferente y tomar decisiones diferentes sobre su vida y su empresa.

DA EL PRIMER PASO à IDENTIFICA QUÉ DEBES DESAPRENDER, QUÉ DEBE DESAPRENDDER TU EMPRESA.

José María Llauger
Gerente de Aicon Consultores de Gestión, S.L.
Editorial – InfoManagement – Junio 2010

may 082010
 

Hoy, en las empresas, la negociación es constante. Se negocia con proveedores, clientes, bancos, empleados, etc. Evidentemente los motivos de las negociaciones son muy distintos según la situación de la empresa.

Me quiero referir en estas líneas a la negociación que impera en los momentos de crisis de una empresa. Estas gestiones también implicarán a los actores antes nombrados. Podemos requerir negociar con proveedores para pactar unas condiciones más competitivas o para aplazar un vencimiento; con los clientes para cerrar un pedido, para adecuar sus condicions o para cobrar un importe vencido; con los bancos para conseguir nuevas líneas de financiación o para renegociar el vencimiento de las actuales; y con los empleados para modificar las condiciones de trabajo, incluidas las salariales, o para realizar reorganizaciones o reestructuraciones. Estos son sólo algunos ejemplos de negoaciaciones en una empresa en momentos de crisis.

La persona que debe afrontar estas negociaciones, a menudo el gerente, si cabe apoyado por alguien interno o externo, requiere tener claros una serie de preceptos: cuál es su plan o la razón que justifica su postura, y saber exponerlo con suficiente claridad, transparencia y tranquilidad, sobre todo mental. En el fondo deberá ser capaz de generar confianza en su postura. Esta confianza se puede ver rápidamente truncada si se observa que no están suficiente bien planteados los fundamentos de la negociación, si se duda o no se responde con suficiente prontitud a las dudas planteadas por la otra parte o si se aprecia que el negociador se encuentra superado por el día a día o por las circunstancias y tiene demasiada prisa por cerrar el acuerdo.

Recuerden: es momento de negociar y no cualquiera debería hacerlo ni de cualquier forma. Sepan identificar este proceso como clave para la evolución de su empresa.

José María Llauger
Gerente de Aicon Consultores de Gestión, S.L.
Editorial – InfoManagement – Abril-Mayo 2010

mar 082010
 

Os propongo un experimento muy simple: coged cualquier escrito que tengáis sobre la mesa. Acercad la nariz hasta tocar con ella el papel. Intentad leer. Seguramente seréis incapaces de hacerlo y si lo lográis, será después de mucho esfuerzo y consiguiendo una visión muy local.

¿Es posible que en las empresas pase lo mismo? ¿Quizás se está demasiado cerca del día a día, de los problemas, de los retos? ¿Es posible que esto haga perder oportunidades y pueda dificultar la toma de decisiones?

Sin duda éste es el problema de muchas empresas. Se encuentran ante situaciones muy complicadas y retos importantes, en un día a día lleno de urgencias. Esto dificulta al empresario analizar con suficiente objetividad el problema para plantearse las posibles vías de solución y emprender las acciones más adecuadas.

Indudablemente no siempre vamos a encontrar la solución perfecta ante un problema, pero, sin duda, el hecho de encontrarnos demasiado cerca de él puede dificultar el aproximarnos a esta solución.

Por lo tanto, os aliento a que toméis perspectiva ante los problemas, los retos o las oportunidades (según como queráis llamarlos). Os puedo asegurar que en mi día a día veo muchos de estos problemas en las empresas. Sin duda, si puedo ayudar en algo, es que soy capaz de analizar los problemas y aplicar los criterios desde una perspectiva más alejada y objetiva. Muchas veces eso lleva a plantear soluciones que aquel que se encuentra atrapado por un día a día lleno de problemáticas no contempla.

José María Llauger
Gerente de AICON Consultores de Gestión, S. L
Editorial InfoManagement marzo 2010

feb 202010
 

La fuerza de las empresas se podría valorar de diferentes formas: su cuenta de explotación, sus recursos, el grado de motivación del personal, las perspectivas de futuro, etc.

Es evidente que en el entorno actual mucha de esas fuentes de energía no pasan por su mejor momento. Casi todas debido a que se hallan directamente correlacionadas con la coyuntura económica. Es por este motivo que quizás la fuerza que más debemos cuidar es la fuerza de las personas, su motivación, energía, compromiso, etc.

Obviamente las personas también estamos afectadas por la crisis económica, monetariamente y/o psicológicamente. Ahora bien, debemos también tener la capacidad de seguir ilusionándonos y marcándonos retos incluso en las situaciones más complejas. Sin esta capacidad nuestras fuerzas se consumen y también las de nuestra empresa.

Sepamos evaluar la situación de nuestro personal y potenciar al máximo la fuerza que éste nos debe aportar.

José María Llauger
Gerente de AICON Consultores de Gestión, S. L
Febrero 2010

ene 202010
 

En el primero editorial del año quiero hacer un llamamiento a “MIRAR HACIA DELANTE”, a levantar la vista del día a día y de las urgencias que éste nos impone.

Estamos en momentos muy difíciles para muchas empresas y sectores, quizás los más difíciles en su corta o larga historia. Aún así debemos ser capaces de analizar la situación actual de la empresa y del mercado en la que se encuentra y forzarnos a proyectar los posibles escenarios futuros. Nadie nos asegura que estas proyecciones serán positivas ni fáciles de realizar; ahora bien, un empresario o gerente debe ir un paso por delante siempre intentando buscar un futuro para la empresa o planificando una salida a los problemas de la misma, por muy traumática que sea.

Pienso que tenemos ya suficiente experiencia en esto de la crisis. Ya nos hemos lamentado bastante. En este inicio de año deberemos preguntarnos: ¿Dispongo de un plan para mi empresa sólido y factible? ¿Seré capaz de liderar y ejecutar este plan? Si las respuestas a estas preguntas son “NO”, busque ayuda rápidamente, dentro o fuera de su empresa. Estas preguntas deben resolverse cuanto antes. De lo contrario, el tiempo y las oportunidades perdidas no se recuperarán.

Los empresarios o máximos dirigentes deben asegurar que la empresa se mantiene MIRANDO HACIA DELANTE.

José María Llauger
Gerente de AICON Consultores de Gestión, S. L
Enero 2010